
Es cierto que los históricos problemas estructurales de la economía extremeña y las medidas de recorte del déficit impuestas por Bruselas a todos los países de la UE hacen muy difícil combatir el paro en estos momentos. No obstante, los datos son los que son: a día de hoy hay casi 70.000 desempleados más que cuando el PP llegó al Gobierno de Extremadura. Sé que Monago y sus consejeros no han estado de brazos cruzados en este tiempo. Han puesto en marcha las medidas que han considerado adecuadas con un presupuesto limitado. Pero se han revelado ineficaces para combatir el principal problema de nuestra región, no lo olvidemos, que es el empleo. O mejor dicho, la falta de él.
El Ejecutivo autonómico defiende que sus iniciativas darán frutos a medio-largo plazo. Ya veremos. ¿Y entre tanto? ¿Nos desangramos? Veo imposible que Extremadura pueda adoptar en solitario las medidas necesarias para salir del pozo. La crisis requiere de acciones generadoras de empleo a escala nacional y europea. Mientras en Bruselas no cambien el chip y sitúen la lucha contra el desempleo por delante de la lucha contra el déficit, la salida del túnel quedará lejos.
Las decisiones que cabe tomar, por tanto, en nuestra comunidad son cortoplacistas, encaminadas a mitigar la falta de empleo en miles de familias. Desconozco de quién es la culpa de que no haya forma de que Monago y Vara sean capaces de ponerse de acuerdo en algo. Me da igual. Somos los extremeños quienes sufrimos la falta de consenso entre los dos partidos mayoritarios de cara al sostenimiento y mejora de pilares sociales tan fundamentales como el empleo, la sanidad y la educación. Y así nos va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario