jueves, 18 de octubre de 2012

Por una educación pública de calidad





















Mi hijo, David, no ha ido hoy al instituto. No ha sido fácil, pero mi familia ha tomado la decisión de secundar la huelga educativa convocada por las Ampas. Es la única medida a nuestro alcance para protestar contra la deriva educativa en que está sumida España y que afecta especialmente a autonomías que, como Extremadura, sufren históricamente niveles de fracaso escolar más elevados.

Los avances en favor de una enseñanza pública de mayor calidad no pueden verse truncados por esta injusta política de recortes, que se suma, además, a nefastas decisiones tomadas en los últimos años, tanto a escala nacional como regional, por gobiernos cegados por la burbuja informática-digital y una mal dirigida apuesta por un presunto bilingüismo que no es tal. Nuestros hijos no pueden pagar el pato ni de la 'barra libre' de anteriores gobiernos ni los tijeretazos indiscriminados de los actuales.

Pero huelga no equivale a juerga. David va a trabajar hoy en casa en doble de lo habitual, mirará los contenidos que hoy han impartido en clase los profesores y hará los deberes que se han encargado a sus compañeros. Es cuestión de responsabilidad.